El fosfatizado es una cubierta de conversión formada por la reacción superficial de un metal (hierro, zinc o aluminio) con soluciones que contengan ácido fosfórico para formar compuestos (fosfatos) insolubles sobre el metal. Así, la superficie metálica reacciona y los átomos de hierro se transforman en fosfatos de hierro o zinc; las funciones del fosfato son fijar las capas orgánicas al metal y prevenir de la corrosión a la base sí hay ruptura de la cubierta de pintura.
Habitualmente para el tratamiento de metales que van a ser pintados se emplean fosfatos de hierro y de zinc. Al primero, se le denomina fosfatización amorfa, término que se utiliza en contraposición de la fosfatización microcristalina del fosfato de zinc, simplemente porque las partículas de hierro generadas en la reacción con el acero visualmente no presentan cristales definidos al microscopio, como sí lo hacen las de zinc.
El fosfato de hierro presenta algunas propiedades fundamentales:
- Brinda a la pintura buen anclaje con excelentes propiedades mecánicas, al menos iguales a la fosfatización cristalina (zinc) de bajo espesor.
- Imparte una buena protección anticorrosiva, si bien inferior al fosfatado de zinc, pero claramente superior a la pintura sobre metal desnudo.
Por lo tanto, el fosfato de hierro es apropiado para preparar la superficie antes de pintar, de preferencia en artículos metálicos que se utilizan en interiores. Por su parte, el zinc entrega mejores resultados y es para metales que requieran de gran protección anticorrosiva, como los empleados en la industria automotriz, de electrodomésticos y todas aquellas que proyectan su producción a la exportación, para garantizar sus productos. La capa fosfato hace las veces de agente útil para el revestimiento final, pues, por si mismo, protege limitadamente al metal contra la corrosión, por lo que siempre debe ir acompañado de una película de pintura u otro acabado. Sin embargo, al fosfatar no es necesario pintar los componentes de inmediato; como sí lo es, por ejemplo, después de desengrasar con tricloroetileno.
Cualquier instalación de pintado de materiales metálicos ferrosos, requiere una etapa previa de desengrasado y fosfatizado, para obtener un excelente anclaje de la pintura y una adecuada protección de la chapa ante agentes atmosféricos, aún en interiores. La solución óptima (aspersión o inmersión) requerirá de un análisis que involucre factores como el volumen de piezas a tratar, la forma de las mismas, el costo del producto a aplicar, etc.
Basado en un artículo de Aplicaciones y recubrimientos.